viernes, 6 de marzo de 2009

CORRUPCIÓN AL DESNUDO

Un terremoto político de gran intensidad, con epicentro en las altas esferas del poder, remece al gobierno de turno.



Conversaciones fraternales
El audio difundido en el programa periodístico Cuarto Poder, nos ha permitido confirmar lo que no era un rumor a voces. La conversación entre los “compañeros” Rómulo León Alegría y Alberto Químper Herrera miembro del directorio de Perú-Petro (empresa estatal encargada de promover las inversiones en hidrocarburos) para favorecer a la empresa noruega Discover Petrolum, ha puesto en evidencia la corrupción que envuelve al gobierno de García.


Dicho audio y otros difundidos después resultaron tan contundentes, que provocaron la tan ansiada renovación del blindado Gabinete Ministerial presidida por Del Castillo, implicado además en una conversación en los audios. Otro efecto colateral de los petro audios ha sido la renuncia del director del diario Perú 21, ante supuestas presiones del gobierno. Augusto Álvarez Rodrich fue señalado por pretender desestabilizar al régimen.

Muchos icebergs
Para el reconocido analista político Sinesio López; y para la población en general el escándalo de los audios no es otra cosa que la punta del iceberg de la corrupción. Este hecho es uno más dentro de las “irregularidades” (patrulleros, ambulancias y víveres sobrevaluados) que se han venido dando en este régimen, desde que García volviera a recibir la banda presidencial el 28 de julio del 2006.
Un anterior escándalo que anunciaba la actual crisis del gobierno fue el destape hecho sobre el Banco de Materiales (Banmat), dónde como era de esperar los principales protagonistas resultaron siendo nuevamente los “compañeros” que aprovechando su posición de funcionarios adquirieron para ellos y sus familiares departamentos del Complejo Los Álamos.

Sin solución



El principal problema del gobierno aprista parecer ser, el no querer hacer nada para impedir los actos de corrupción dentro de su mismo entorno. Esto se hizo evidente con la renuncia oficial de la jefa de la Oficina Nacional Anticorrupción (ONA), la doctora Carolina Lizárraga quien habría estado amarrada de manos pues ni siquiera contaba con un presupuesto para el inicio de sus funciones…Las réplicas de la corrupción aún se dejan sentir en este gobierno.






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